LA VIDA ES COMO MONTAR EN BICICLETA: PARA MANTENER EL EQUILIBRIO HAY QUE SEGUIR PEDALEANDO
Albert Einstein

miércoles, 20 de mayo de 2015

Majaelrayo xtrem

Antonio, María, Rúben, Pedro, Ana, Jesús, Jose Manuel, Lía, Hans, Manolo, Isabel, Clara, Cristina, Alberto, Mario, Vela, Mavi, Javi, Vega, Lurdes y Oscar

Por causas ajenas al que suscribe, la presente entrada se retrasa varias semanas debido a la falta de material gráfico para ilustrar semejante fin de semana. Sigo a la espera del mismo.
Viendo el título de la entrada, nos puede llevar a pensar que se trata de cualquier actividad outdoor llevada a cabo por tierras alcarreñas, pues no, no tiene nada que ver. Se trata de un finde extremo en lo que a gastronomía se refiere, no faltó plato con generosas viandas sobre la mesa en los días que compartimos por allí. Llegados a este punto, no puedo pasar de puntillas sin nombrar las torrijas de la madre de Jesús y el clásico, y siempre deseado, cocido del jarabeño, sin palabras.

Casa que alquilamos, perfecta para grupos grandes
Decir que el sitio elegido para celebrar la quedada con los amigos nos quedaba un poco lejos a la mayoria, pero merece la pena con creces. Los pueblos de la arquitectura negra nos dejaron a todos con la boca abierta por lo curioso de sus construcciones utilizando la piedra y la pizarra como únicos materiales.


Jornadas primaverales que invitan a salir a disfrutar de la naturaleza en la medida que a cada uno le apetezca, la mayoría del grupo se decantó por dar un largo paseo a un pueblo de las proximidades, decisión acertada.
Manolo propone unos días antes  hacer algo en btt y comienza el rastreo por wikiloc, nos decidimos por una ruta que se ajusta en desnivel y distancia a lo que nosotros buscamos para la ocasión. Gran enmarronada, la ruta es de hace unos años, y lo que en su día fuesen idílicas sendas para disfrutar sobre el velocípedo hoy en día es monte cerrado con afiladas jaras de las que mis arañadas tibias aún se están recuperando, 

Primera parte sencilla, este aún sonrie, luego vinieron los impropedios y alguna blasfemia.
Se trata de una zona ganadera, vamos ciclando por pistas que dan acceso a majadas donde pastan apaciblemente las vacas y alguna senda que estas van abriendo entre la espesura del monte.

Manolo contempla la lontananza, por allí manda el gps????? Ummmm
Cuando llevamos mitad de ruta  nos damos cuenta que no va a ser posible terminar la salida y poder llegar a una hora prudencial para tomar vermut y no hacer esperar  al grupo, sin discusión se opta por acortar y encaminarnos a Majaelrayo.

Gentileza de Manolo.
La temperatura es ideal, vamos disfrutando de la actividad. Nos encontramos con María y con Garriz que han salido a dar un largo paseo.



A lo largo de la salida hemos atravesado alguna población de la que no recuerdo el nombre y nos ha tocado badear varios arroyos y riachuelos. Naturaleza en todo su esplendor.

Empujen-bike
De postal

Una toma diferente, y sin dron!!

Para el segundo día decidimos dar una pateada para llegar a una zona curiosa de pozas y saltos de agua que hace el río Jarama en una zona abrupta próxima a donde nos encontramos, tampoco tengo fotos que den fé de lo comentado.
 Pasamos por una zona de casas abandonadas dispersas que en su día fueron algún núcleo habitado, sirvió para entablar una interesante y prolongada conversación sobre el éxodo a las capitales en busca de trabajo y el beneficio-perjuicio de los que en su día tomaron esa decisión. Tema trascendental.
En una de estas casas en reconstrucción, un moderno de capital con sus tatuajes, reconvertido a hippy, haciendo gala de una extraña simpatía, le viene justo para saludarnos e indicarnos el camino a seguir.
La tranquilidad del pueblo donde hemos compartido estos días no deja de sorprendernos, desde el interior de la casa se puede observar a los corzos mientras pastan por los alrededores.
Una copiosa comida, como no podía ser de otra manera, sirvió para despedir el fin de semana y emplazarnos para posteriores ocasiones.(Aquí procede una foto grupal, si alguien me la hace llegar, muy gustosamente la subiré).
Pensándolo bien, lo más extremo de la quedada no fue lo referente al comercio y al bebercio, lo más divertídamente extremo fue una tremenda pelea de almohadas que tuve con los jarabeños, gran aguante físico tienen y una increíble tolerancia al dolor, en cuatro días se apoderan del más pintado.
Lo hemos pasado de maravilla, habría que dejar programada la quedada del año siguiente durante estos días, para que los interesados se fuesen organizando y poder acudir sin excusa. Dicho queda.