LA VIDA ES COMO MONTAR EN BICICLETA: PARA MANTENER EL EQUILIBRIO HAY QUE SEGUIR PEDALEANDO
Albert Einstein

miércoles, 28 de octubre de 2015

Bielsa, naturaleza y amistad.

Semana pre-pilarista de vacaciones es sinónimo de escapada al monte. Como lo prometido es deuda, el destino no puede ser otro que Bielsa, donde el maestro nos espera para compartir con el varios días en su medio.
Entre los planes consensuados para llevar a cabo, está una jornada micológica de recolección y posterior degustación,  el anfitrión no tiene cestas. Le pregunto al espabilado de Google y me contesta que en Barbastro hay una cestería tradicional donde los fabrican, parada en la capital del Somontano y a buscar el lugar en cuestión. Me pareció una visita interesante, no había visto nunca como van dando forma con esas finas ramas hasta conseguir el cesto, me gustó. Le compré dos de tamaño medio y a comer a Bielsa.
Coincido en la puerta de casa con Capilla , nos esperan Moises y Tastavins. Mientras comemos nos ponemos al día sobre nuestras vidas y el maestro tiene que salir rápido para el colegio, iremos a esperarle a la salida.
Sin entretenernos mucho nos encaminaremos al monte para aprovechar la poca luz que queda y ver si podemos pillar alguna setita. El anfitrión conoce la zona y pronto empezamos a recoger trompetillas y algún rebollón. Las jornadas precedentes han sido generosas en precipitaciones, encontramos agua por todos los lados. Unido esto a que, las temperaturas son todavía suaves, hace que las condiciones sean ideales para poder coger bastantes setas.

Mou in situ.

La variedad es increible, las encuentras de multitud de formas y colores, nosotros solo recogemos las que conocemos. Capilla nos asesora y explica casi cualquier duda que tenemos al respecto.
Cuando nos queremos dar cuenta se hace de noche y a recoger. Camino de casa avistamos varios ciervos antes de que Tastavins saliese a intentar darles alcance.

Lo recolectado preparado para poner a deshidratar, faltan los rebollones y un buen puñado de trompetillas que ya estaban en los fogones,
Aún hubo tiempo para salir por Bielsa a dar un paseo y humillar al futbolín a alguno mientras tomamos unas cervezas.
Al día siguiente nos levantamos todos a la misma hora para desayunar juntos, Jose Luis se marcha al colegio y nosotros, después de sacar a Tastavins, nos vamos para Saint Lary.

Desde la furgo bajando el puerto, el otoño empieza a mostrarse.
En la vertiente francesa del pirineo se pueden observar ya los primeros coletazos del otoño, se nota que hace más fresco y las hayas comienzan a tomar esos tonos tostados y rojizos tan pintorescos.

Continuamos bajando el puerto.
Pasamos por Saint Lary de largo, nuestro destino es el lago de Loudenville, a pies del conocido puerto cicilista de Val Louron. Venir por aquí nos hace recordar varias escapadas en bici por estas carreteras y nos pone los dientes largos, para otra vez será.

Agradable lugar para dar un paseo bordeando el lago
A pesar de estar el cielo medio cubierto la temperatura es muy apropiada para dar una pequeña caminata por un camino acondicionado que bordea el lago.

Parapente sobre pato.
Traíamos la mochila preparada para entrar al balneario que hay aquí, pero en esta época solo esta abierto en horario de tarde, nos quedamos con las ganas
Marcharemos a comer a Saint Lary, que lo encontramos muy tranquilo, nada tiene que ver con el bullicioso lugar en que se transforma en temporada de esquí.
Capilla está de reunión en Plan, acudimos a buscarlo y como la cosa se alarga nos vamos a conocer el pueblo a golpe de calcetín. Iremos acompañados por Tastavins, que nos lo encontramos atado en la puerta del colegio.

Senda hacia San Juan de Plan
Nos tomaremos algo antes de marchar a Bielsa sin entretenernos mucho, cuando llegamos a casa ya está esperándonos Alberto. Después del pertinente saludo, para arriba a preparar los revueltos seteros con huevos de corral comprados en Plan a una señora del lugar muy curiosa. Se trata de La Dona, la sordera que tiene nos obliga a  colarmos en su casa ya que nos se entera del timbre. La encontramos desgranando judias, solo hay que verle las manos devoradas por la artrosis para darse cuenta de lo mucho que ha debido de trabajar esta mujer, creo recordar que dijo que tenía 96 años. Jose Luis la conoce de otras ocasiones y entablamos conversación con ella, nos contó que ella era de Benasque y su marido Chistavino (del valle de Gistaín). Nos hizo mucha gracia cuando se describía a sí misma como guapa y gorda cuando era joven, lo habitual en aquella época debía ser no estar muy lustrosos y es por ello que el estar gorda era señal de pertenecer a una familia medianamente acomodada.
También nos explicó que, nada más llegar ella a vivir aquí de recién casada, estalló la guerra civil, y la única bomba que tiraron sobre Plan fue a caer en la parte posterior de su vivienda, donde tenían las caballerías. Todo esto nos los explica con gesto de resignación y señalando el lugar.

Ultimas luces sobre la Iglesia de Plan

 No deja de sorprendernos la gracia que manifiesta mientras nos cuenta pasajes de su longeva vida, mantiene todavía un carácter abierto y extrovertido a pesar de estar muy cerca de cumplir un siglo.
Los revueltos que preparamos con los huevos de Plan salieron muy ricos, no esperamos a Rodrigo y dimos cuenta de ellos. Este personaje se presenta en casa con el retraso pertinente y repliega los restos de cena mientras nos va poniendo al día de su ajetreada vida. Decir a su favor que nos obsequió con empanadico de Sieso, bueno de verdad.
Nos apañamos como podemos para dormir y comparto catre con Rodrigo, en esta ocasión no planteó problemas en toda la noche.


Antes de ir a dormir vistazo rápido a la cartografía del lugar y consensuamos la pateada del día siguiente haciendo caso al lugareño de adopción. Saldremos de la boca sur del tunel de Bielsa para llegar al Puerto Viejo, desde aquí al collado de la Barrosa y retornaremos desde aquí por el valle homónimo a la carretera.

Las nubes amenazan con entrar desde la vertiente francesa, no sucedió
Disfrutamos de un día perfecto para estar por la montaña, se trata de una primera subida bastante cómoda hasta llegar al Puerto Viejo. Es el collado por donde los republicanos pasaban a Francia buscando refugio al final de la guerra civil. En el lugar hay chapas en memoria de todas aquellas personas que se vieron obligadas a exiliarse dejando atrás toda su vida.

Todo el valle que subimos, el Puerto Viejo queda a la izquierda.
A lo largo de la subida fuimos viendo alguna marmota chillona y varios grupos de sarrios a los que Tastavins les intentó dar alcance sin resultado positivo.

Lac de Troumuse
No tenemos prisa y paramos en multitud de ocasiones para disfrutar de las vistas y reconocer picos. Alberto se empieza a gustar y nos relata ascensiones y crestas de la zona.

Desde aquí una larga bajada nos llevará al coche
Estamos en una zona muy alpina, a pie de varios tres miles: Rubiñera, La Munia, Troumouse.... Una pateada no muy larga y asequible que te permite acceder al corazón del pirineo.

Pano con Alberto y Tastavins.
La bajada la hicimos sin entretenernos mucho, el hambre aprieta y nos apetece llegar lo antes posible para llegar a una hora prudencial.
 Mis chirucas fallecieron camino de Bielsa, las suelas se desintegraron sin explicación. Ya tengo otras, pero las nuevas con piso vibran, espero que den mejor resultado.
El track de la excursión a pie esta en wikiloc, usuario monreal.
Una  digna cena de restaurante sirvió como despedida a estas agradables jornadas por el Sobrarbe. Rodrigo, antes de marchar a Benasque por el puerto de Sahún, se dedica a repartir fingidos y largos abrazos enfatizando en la importancia de sentirlos, este tipo no dejará nunca de sorprendernos.

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