Oxigenando en Formigal

Aprovechando el descuento que ofrece la web, compramos hace un tiempo forfait para los días 10 y 11 de marzo, nos la jugamos un poco ya que no sabes que tiempo ni que condiciones vas a tener (ya que es dia cerrado, no se puede cambiar). Tuvimos suerte y el anticiclón que llevamos disfrutando unos días, nos da tregua y continuamos con cielos despejados.
Quedamos temprano en el lugar de costumbre y después de tomar el reglamentario café nos vamos para arriba, antes de las 10 estamos con los esquís puestos en el estacionamiento del Portalet. El poder aparcar a estas horas cerca del acceso nos hace imaginar que va a haber poca afluencia.
Para esta ocasión se une al grupo nuestro compañero de trabajo Jorge, el burgalés, acompañado de dos amigos madrileños, buenos esquiadores.
Nos decidimos a venir a esta zona para poder hacer uso con Moises y Jesús de una silla de debutantes que hay aquí pero sorpresa, solo está abierta los fines de semana. Finalmente Alberto se queda con ellos y deciden coger la silla de Batallero y lanzarse por la pista de Anayet, que para iniciarse no está nada mal.
Señalar que estos dos individuos han progresado en estos dos días de manera inesperada para la mayoría de nosotros, Moisés hacía tabla y no se había puesto esquís de pista nunca y Jesús había practicado fondo. El segundo día casi eran capaces de girar en paralelo, han avanzado muy rápido.
Para no variar Alberto prepara tortilla de patata para todos, buenísima, va cogiendo las proporciones y los tiempos. Dimos cuenta también de la bota, seguimos sin probar los caldos de Ciriaco Yañez. Como bien señaló uno de los presentes se lo debe estar guardando para cuando se casen las hijas, jijijijiiji.

Aspecto que presentan las pistas mientras tomamos un bocado, ni perri!!

La nieve aguanta bastante bien y nos pegamos unas bajadas al fallo con Borja, como esquía este fulano!! Nos tiene ganas a todos (ya que en bici le damos pal pelo) y en las pistas no hay quien pueda con él. He disfrutado un montón intentando seguirlo y trazar como él. Se nota que trabajo aquí de monitor, conoce la estación de maravilla y vamos eligiendo las pistas en función de la hora para no encontrar mucha nieve sopeta.
Las ganas que tenemos nos obligan a esquiar mirando el reloj para poder coger la última silla y poder volver al coche, le preguntamos al personal de la estación y nos informa que la última subida es a las 16:40, nosotros la pillamos a las 16:25, 8 min de silla y bajada suicida para pillar otra, como putas cabras estamos.
De camino al hotel parada en Escarrilla para descargar a los Benedes y cerveza rápida.
Nos alojamos en un hotel de El Pueyo, muy digno si no fuese porque no tenía camas separadas, me toca compartir catre con Moises, ya que el amigo Jesús sopla cual búfalo y decidimos dejarlo dormir solo.
Cenamos en el Restaurante El Embalse, conocido por la mayoría de nosotros, muy bien. El amigo Borja se mete entre pecho y espalda una perola de potaje que no veas, no le hace mucha gracia que el que suscribe se tomase la confianza de pedir un plato y probar tan digno manjar, que rancio este juvenil.
Animada charla de sobremesa y cuando el cansancio comienza a aparecer al sobre.
Como comentaba anteriormente comparto cama con Moises, sin problema, no se mueve en toda la noche, salvo algún tímido contacto nada que señalar.
El día amanece fresco pero totalmente despejado, antes de subir a pistas desayunamos como si nos fuésemos a hacer alguna etapa de 200 km y 3 o 4 puertos; huevos fritos, zumo, embutido, tostadas, café.......

Vistas de la Partacua desde el Hotel,

Para hoy suben también Wester y Raúl, buenas risas nos hemos dado con ellos.
El día se plantea como ayer, mucha nieve y poca gente, a darle.
Los aprendices siguen a lo suyo y nosotros a bajar sin parar, una detrás de otra, sin tregua. Mientras subimos una de las veces por el interminable arrastre de Tres Hombres se escucha al fondo una voz que dice: "la siguiente en la silla o qué?? que apetece descansar un poco"
Los Benedes hoy van con el equipo de Telemark y a pesar de ello, Junior va al límite. Después de tocar el suelo en alguna ocasión, antes de comer, cambian al equipo de pista ya que el trabajo de cuádriceps es muy intenso y van tocados.

Aspecto de tarta de nata de las pistas, hay un paquetón tremendo.

Paramos a tomar un bocado en la zona de Anayet y después de tomar café a esquiar hasta que cierren.
Apuramos todo lo que pudimos y a las 5 para abajo.
Después de discutir donde tomamos la cerveza, se imponen los que más gritan y los que más sentido común tienen ceden, al final Poolbar de Escarrilla, no estuvo mal.
Como reflexión final, grandes jornadas de esquí, ha cundido mucho, las pistas sin gente y a tope de nieve, pero lo que es más importante sin percances y acompañado de un montón de buenos amigos con los que pasarlo bien.
Va tocando ya con los de travesía, para la próxima o qué??