Un proyecto que nos rondaba desde hace tiempo, finalmente lo pudimos llevar a cabo. La predicción meteorológica es muy cambiante y terminaremos tomando la decisión de ir para Pierrafite a pesar de no ser todo lo estable que nos gustaría.
Madrugamos y después de cargar todo en la flamante furgo de Joseluis, emprendemos camino con idea de parar en Escarrilla a almorzar antes de pasar al país vecino. Nos alojamos en el Hotel la Gare, en Pierrafite-Nestalas, un sitio correcto con precio contenido, el responsable del establecimiento se ha mostrado en todo momento atento y simpático con el grupo.
Para este primer día por aquí, hemos acordado hacer Luz Ardiden y Hautacam. Este primer puerto arranca en Luz Sant Sauveur, y se trata de un puerto bastante cómodo de subir por lo continuo de sus porcentajes. Hemos ido pasando ciclistas a lo largo de toda la subida, se trata de una zona donde la proximidad de sus numerosos ascensos hace que sea un destino bastante buscado para los amantes de la bici de carretera.
Herraduras finales |
Abrigarse y para abajo |
B.B. con su clásica y siempre fingida sonrisa, mientras subía bufaba que no veas, poco motor. |
Cuando fuimos nosotros estaba totalmente verde y con algún tramo de sombra que se agradecía. |
Alberto por Hautacam, él ya lo conocía, nos ha ido avisando de la dureza del puerto y guiando por las carreteras galas. |
Para cenar llegan Mariano y Sergio. Al responsable del hotel le comentamos que nos prepare lo que quiera pero que sea abundante, que saque todo lo que le sobre por la cocina. Cenamos muy bien.
Foto grupal |
A las 8.30 dando pedales dirección Luz, el primer plato de hoy es Gavarnie, 30 km de puerto para superar 1600 metros de tirón. Una vez en la localidad que da nombre al puerto y a la estación de esquí las vistas del Circo son impactantes, Tremendos paredones verticales de donde escurre la cascada vertical más alta de Europa, más de 400 metros.
Lugar que bien merece una visita sin prisa. |
Una imagen vale más que................... |
La segunda ascensión del día Troumuse, superando también los 2100 metros de altitud, una subida muy parecida a la anterior pero algo más corta. Seguimos transitando por carreteras bien asfaltadas y sin apenas tráfico, el sueño de cualquier ciclista.
Cuando apenas llevamos 80 km hemos levantado 2800 metros de desnivel, las piernas lo acusan pero la mente y la vista lo disfrutan.
La predicción era de lluvia a partir de mediodía y hemos terminado medio coloraos y disfrutando de un día perfecto para estar por la montaña. En estas jornadas inestables de primavera es difícil pronosticar la meteo y acertar con la ropa, es lo que toca.
Llegaremos al hotel a las 15.30, el gentil francés del Hotel la Gare nos ha dejado una habitación para ducharnos antes de emprender camino a casa. Le pedimos que nos prepare algo de comer y accede a regañadientes, cualquier cosa nos sabe a gloria.
Camino de casa pararemos a pie del Aubisque a comprar queso y para Zaragoza sin demora.
Hemos disfrutado de los puertos y de la amistad. Para repetir sin duda.
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