LA VIDA ES COMO MONTAR EN BICICLETA: PARA MANTENER EL EQUILIBRIO HAY QUE SEGUIR PEDALEANDO
Albert Einstein

martes, 29 de julio de 2014

le tour 2014


No podíamos desaprovechar la oportunidad de disfrutar de tres etapas pirenaicas tan cerca de casa, Alberto propone y algunos no lo pensamos.
Nos descuidamos un poco con las fechas y no fue posible pillar alojamiento en Saint Lary, al final nos quedamos en el Hotel La Fuen de Parzan, digno.
Finalmente subimos Alberto, Borja y el q suscribe. Jesús sube al día siguiente.
El viaje de ida se alarga en exceso y se nos echa el tiempo encima, entramos al hotel para dejar las bolsas, café hispano y después de comprar pan pasamos el tunel de Bielsa.
Para el primer día dejamos el coche en el alto del Peyresourde y nos vamos a verlos al Bales.
Primera espera para que el siembra-minas de turno suelte lastre. Nos complica todo  ya que nada más empezar a subir los gendarmes nos obligan a desmontar: route fermeé
Nuestro primer puerto de esta escapada. Arriba no falta gente.
Continuamos caminando y cuando los perdemos de vista otra vez a dar pedales, así logramos llegar arriba. Esta vertiente del puerto no la conocemos, la hicimos en sentido contrario cuando estuvimos en la transpirenaica, no ha defraudado a nadie.

Nada más llegar arriba tenemos el tiempo justo para la foto de rigor y a buscar sitio para ver pasar la caravana y a los ciclistas. Grandes risas gritando a las azafatas para que nos tiren zarrios, nada que merezca la pena.
Escapada del día: Rogers, Serpa y Voekler. Gano el del Saxo.
         
Vemos pasar a los esforzados deportistas, y de vuelta al coche. Follon monumental de tráfico. Aquí  nos encontramos con David, el amigo de Josue que nos acompaña cuando estamos por Castellón con los del Utebo en la concentración invernal.
De camino al coche tenemos que subir el Peyresourde, aquí hay que ponerle las pilas a varios boceras con equipaciones nacionalistas, no anda ninguno ni para abajo.
Se queda corto el día, llegamos a Parzan con el tiempo justo para tomar una cerveza antes de cenar. Pronto a dormir, padre e hijo comparten habitación, yo solito en la de al lado.
Para el segundo día Jesús se presenta por allí puntual, raro en él. Descarga sus pertenencias, café rápido y para Saint Lary.
Segunda espera al mismo personaje que el día anterior y por el mismo motivo. Sin palabras.
En este bonito pueblo francés hay un ambiente increíble,  todo lleno de gente ansiosa de ver pasar a los ciclistas. No deja de llamarnos la atención el ver a un montón de gente en las cunetas cuando faltan 5 horas para que lleguen los ciclistas. Aquí el tour es una religión.
Todos en el Pla d´Adet. Casi no tenemos sitio ni para hacer la foto, no pudimos llegar a la línea de meta del mogollón.
El primer puerto que subimos es el Pla d' Adet, tiene una diagonal bestial de tres kilómetros al 10 o más. Duro.
A lo largo de toda la jornada hemos ido viendo grupos de gente de cualquier punto de la geografía nacional,  yo subí casi todo el puerto con unos chavales de Cantabria.
Bajamos de nuevo a Saint Lary para tomar algo y pillar pan y nos vamos zumbando a subir Val Louron por la vertiente del Azet.
Los primeros gendarmes nos saludan gentilmente, pero a mitad de subida ya empiezan con la misma cantinela que ayer. Nosotros les volvemos a hacer la misma jugada. Antes de las tres coronamos, en bici claro.
Esperando a que lleguen

Hemos pasado calor subiendo y esperamos con ansia la llegada de la caravana para ver si pillamos agua fresquita. Nada, a darle a la bota.
Hacemos acopio de prendas de cabeza, de varios tipos y colores.
Seguimos esperando, pero ya con otros gorros,  ha pasado la caravana.

Hoy es una etapa corta y deben ir muy rápidos,  los corredores llegan escapados, las caras son reflejo de un esfuerzo sobrehumano. Los favoritos pasan juntos.
Animando a David López bandera en mano.

Hoy llegamos pronto al hotel,  duchita y a Bielsa a tomar algo antes de cenar.
Esta noche comparto habitación con Jesús,  sin problemas.
Para nuestra tercera y última jornada de tour empezamos como todos los días,  la hiena tiene que defecar,  piensa que va a ser capaz de seguirnos si libera peso. Equivocado de nuevo.
Junio de 2005, salida con varios compañeros de trabajo, hicimos Aspin, Tourmalet y Horquette d´Ancizan, pillé un pajarón tremendo. Si no me empuja Moisés no llego arriba.
Empezamos subiendo la Horquette d' Ancizan, malos recuerdos me trae.
A todos nos gusta un montón este puerto, por cualquier lado. El día sigue siendo espectacular,  arriba todo despejado y unas vistas del valle muy guapas.
Jesús sobre la famosa viuda negra, buena planta tiene.


Una vez coronamos el primer puerto nos juntamos todos y para abajo hacia Sant Marie de Campan. Desde la zona de La Payole se ve mucha gente, al llegar al pueblo todas las cunetas llenas de coches y el pueblo a reventar de gente. Ambientazo tremendo.
Rellenar bidones y comprar pan.





Comenzamos a subir el Tourmalet con la incertidumbre de ver que Gendarme nos da el alto, podremos subir hasta mitad de puerto más o menos. Después discusión grupal para ver donde montamos el campamento para verlos pasar. no hay mucha gente y nos ponemos en una rampa tremenda con sombra.
A mitad de subida nos encontramos con el Diablo, hoy lleva los colores de Singular Bikes.     






Esperando a que lleguen los corredores comeremos tranquilos y daremos cuenta de la bota, baja todos los días temblando.
A Jesús le regalaron una camiseta de Europcar para animar a Voekler. No perderse la cara de felicidad de la hiena, no tiene desperdicio.
La espera se hace amena, cuando te quieres dar cuenta ya se escuchan a lo lejos los helicópteros, a los pocos minutos se presenta la escapada.
Mikel Nieve, lo pillaron subiendo Hautacam

El grupo del lider, nuestros ánimos son para Valverde. De poco sirvieron, se descolgó en el último puerto.




Para sorpresa de todos nosotros pasa descolgado el peliculero de Thomas Voekler, se le queda mirando al becario con mala cara.
Algún impropedio le soltamos, la hiena se despelota de risa.
En definitiva, tres días con la bici de carretera por el Pirineo francés viendo ciclistas de verdad. Ha cundido un montón y lo hemos disfrutado.
Esperando para años venideros de nuevo la Grande Boucle, mola un huevo.













































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