LA VIDA ES COMO MONTAR EN BICICLETA: PARA MANTENER EL EQUILIBRIO HAY QUE SEGUIR PEDALEANDO
Albert Einstein

sábado, 8 de febrero de 2014

Torreznillo Bike

Con el objetivo de preparar la próxima edición de la ABR quedamos José Luis, Ruben y yo  en Soria para salir a entrenar juntos y comentar algunos aspectos de la carrera.
Nos juntamos en la tienda de Ruben, Mundobici, y lo primero es salir a tomar un café para combatir la áspera mañana soriana.
Se va acercando la fecha de la prueba, y todos comentarios van en el mismo sentido: cortos de entreno por inclemencias meteorológicas, apurar las última semanas para afinar un poco y de esta forma no penar mucho.
Con las bicis ya preparadas y el chubasquero puesto salimos deprisa y corriendo antes de que empiece a llover(o lo que sea).
Comienza la ruta por una divertida zona de sendas que hay en las afueras de Soria, primer percance: José Luis da un llantazo y raja la cámara de la giant de test que le presta Ruben para hacer la ruta(hacemos causa común y colaboramos todos para continuar rápidamente, comienza a chispear).
A continuación llegamos a un sendero acondicionado q discurre pegado al Duero, donde, a pesar de la climatología, encontramos muchos caminantes y atletas entrenando.
La zona es muy apropiada para la practica deportiva, tanto por el acondicionamiento de los senderos como por la belleza del lugar. Se trata de una zona muy próxima a la capital, que discurre por la ribera del Duero y se dirige hacia el pueblo de Garray. Por aquí cruzamos la carretera que sube a Piqueras y continuamos por una senda ratonera hasta el Embalse de Campillo de Buitrago. Señalar que Rubén nos trae por aquí a fuego, disfrutando de la senda en cada curva, muestra de que lo tiene muy trillado(el que suscribe también disfrutó de la senda a pesar de ir apretando los dientes para que no me soltarán los sorianos, van fuertes estos tipos....)
Sin parar en la presa para disfrutar de lo idílico del paraje continuamos pedaleando cara al viento hacia Dombellas y Santervás de la Sierra, donde tampoco paramos y nos adentramos en una preciosa zona de robles para empezar la subida a la sierra.
Rubén avisa de que se trata de una subida tendida pero con alguna trampa, que transitaremos por una pista forestal ancha hasta llegar al punto más alto. Comenzamos a subir con un ritmo alto que el desnivel se encargará de ralentizar.
Desde la mitad de la subida comenzamos a ver tramos con nieve, que se convierten en una capa continua en su parte final.

Pedazo de ciclistas estos sorianos.
 
Estamos en el punto más alto de la ruta, 1500m, hemos levantado 500 m de tirón desde el pueblo de Santervás hasta aquí, momento para tomar algo y emprender el camino de vuelta lo más rápidamente posible para no quedarnos helados. A pesar de que hace sol la temperatura es fresca.
Bajando paramos a coger agua y yo tengo que pedir aceite a unos paisanos que están tirando de motosierra, hacer constar que la densidad del aceite puesto hizo que costará un poco que se repartiese, pero al final cumplió su cometido.
El camino de vuelta a Soria lo hacemos por el interior del monte de Valonsadero, lugar conocido de nuestras escapadas juveniles a las fiestas de  San Juan, grandes momentos también. Aquí comienza a nevar y le da a la salida un aire muy especial, yo voy encantado.
Sin darnos cuenta vamos acercándonos a la tienda de Rubén, lugar de inicio-final de la ruta.
Por escasos minutos nos libramos de una granizada fina seguida de nieve que se encarga de poner blanca la calle.
Nos aprovechamos de la posibilidad que nos ofrece Rubén y limpiamos las monturas en el lavadero que tiene perfectamente acondicionado en su tienda, me ha gustado mucho el negocio que tiene, un local muy bien estructurado y el personal se ve muy formado y conocedor del mundo de las dos ruedas.
Como punto final, no podíamos pasar por alto el disfrutar de las bondades de las tierras sorianas y dimos cuenta de unos fenomenales torreznos en un bar próximo.
Agradecer a los dos el trabajo para poder soltar un pedal rebelde que estuvo a punto de acabar con nuestra paciencia, fenómenos extraños que nadie es capaz de explicar. No había forma de soltarlo, 5 salidas y reventado por el tornillo de fijación a la biela, hubo que desmontarlo y hacer una muesca con la desbarbadora para poder sacarlo con una llave plana por el otro lado.
Y esto es todo, nos vemos por Andalucía con el dorsal puesto.










 





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